Ciertos Tropos de los Cuentos de Hadas tradicionales reescritos por Andrzej Sapkowski según mitos eslavos.

La princesa maldecida que está prisionera en una torre es finalmente rescatada por el caballero honorable que derrota al dragón.
“El brujo” es una reescritura del cuento tradicional “La Bella Durmiente del Bosque” enfocado desde una visión satírica y cruel.
La historia transcurre en Wyzima, una villa medieval a la que se presenta un Rivio llamado Geralt, al que todos conocen como “el brujo”, quien tras protagonizar una feroz pelea en la taberna, expone al alcalde Velerard que ha venido por la recompensa que ofrece el reino por matar una estrigie.
En este relato de Sapkowski la maldición no recae entonces sobre el castillo ni se trata de un hechizo de sueño lanzado por una bruja malvada ofendida porque no se la invitó a un baile. La dificultad que debe afrontar el héroe tampoco la representa un dragón que custodia la torre. Es la princesa, la hija del noble que gobierna Wyzima al que conocemos como Foltest, la propia estrige que el brujo en calidad de mercenario debe asesinar.
La reescritura de “La bella durmiente del bosque” se realiza por lo tanto a través de la combinación de ese cuento clásico con la historia de una criatura del folklore polaco que se describe como una mujer deformada por una maldición, que ataca y se alimenta de la población de Wyzima. Su padre, Foltest, se había apiadado de la criatura al nacer, pero debe encerrarla a causa de los males que provocan sus bestiales ataques a la población, tampoco se atreverá a matarla una vez que se entera que es posible deshacer el hechizo.
La princesa es el producto de una relación incestuosa entre Foltest y su hermana Adda. Sin embargo, la maldición que recae sobre la estrige de Wyzima no es el efecto de la relación incestuosa de sus padres, sino que Geralt concluye que fue deliberadamente hechizada por alguien que le deseaba el mal a esa familia. La magia oscura de la que fue presa la recién nacida tenía un motivo político antes que moral. Los monstruos en este cuento son los perpetradores de tal maldición que truncaron la vida de esa niña. Su móvil no era un cuestionamiento moral: reprobar el incesto. El prejuicio moral fue utilizado como excusa para encubrir una intriga política. Hacia el final no se revela con claridad la identidad de quienes maldijeron a la niña antes de nacer convirtiéndola en víctima de las intrigas de su familia, aunque suponemos que esos monstruos humanos están vinculados al noble que es sacrificado por Geralt para deshacer la maldición, consiguiéndose de una manera bastante retorcida algo de justicia para la princesa.
Es interesante también que así como maldecir a la princesa está vinculado a luchas de poder, la intención de liberar a la princesa de la maldición tampoco es un problema moral sino una cuestión económica y poblacional para el rey de Wyzima y el alcalde del pueblo. Por su parte, Geralt de Rivia, el supuesto caballero, quien provoca una masacre en una taberna ni bien entra al pueblo y se comporta como un mercenario, no actúa por honor o valentía, sino por dinero. Es cierto que muestra alguna sensibilidad al proponerse liberar a la princesa deshaciendo la maldición, y no matándola, aún cuando esta opción era más dificil de ejecutar y de salir mal podía significar costos aún más horrendos para la joven.
El final del relato no se parece en nada a una redención de la princesa, ni del caballero honorable que la libera de su maldición y encierro, debido a que si bien es liberada de la maldición, el costo es que padece un leve retraso mental y Geralt queda gravemente herido. El final del cuento, por lo tanto, tiene un sabor amargo y cruel. La moraleja es que a veces los que parecen monstruos son las víctimas de los aberraciones humanas. Y que hay daños que ninguna magia- por más bien intencionada que sea – puede deshacer.
La violencia masculina representada a través de la animalización de la apariencia.
“La semilla de la verdad” es un relato que reimagina el cuento “La bella y la bestia”.
El brujo se encuentra siguiendo el rastro de brutales asesinatos. Las huellas lo conducen a un palacio perdido en el medio de un bosque. La evidencia que persigue Geralt de Rivia podría estar indicando que se enfrenta a un lobizone. En efecto, en el palacio al que arriba el brujo vive un ser con el aspecto de una bestia peluda monstruosa. La bestia, no obstante, fracasa cómicamente en parecer amenazador, más aún, se muestra muy educado con Geralt. Ignorando que es un cazador de monstruos, Nivellen lo invita a su palacio. Durante un momento, creemos que el brujo procederá a asesinarlo, incluso el monstruo mismo considera esa posibilidad cuando Geralt se revela, así como expresa arrepentimiento y vergüenza por lo estúpido que ha sido al invitarlo a entrar a su hogar. Sin embargo, Gerlat nos sorprende al responderle que él no es un monstruo sino un hombre maldecido. ¿Quien entonces ha cometido las terroríficas muertes en los alrededores del palacio?
Mientras conversan en su palacio, Nivellen relata al Rivio que con anterioridad diversos pueblerinos intercambian con él a sus hijas durante un año a cambio de dinero. En algunos casos las jóvenes asistían con verdadera colaboración. Incluso supone que algunas la pasaron bien o se sintieron a gusto en el palacio. No obstante, señala también que desde un tiempo atrás ningún aldeano ha venido a hacerle una oferta similar. Con esta historia, idéntica a la historia de la Bella y la Bestia, pero que ahorra los eufemismos acerca del negocio entre la bestia y el padre de Bella, la bestia pretende distraer a Geralt sobre la naturaleza de los crímenes que este investiga o justificarse en caso que lo hayan enviado a matarlo. El brujo, sin embargo, se da cuenta que está encubriendo a alguien o algo que habita junto a Nivellen el palacio.
Geralt está detrás de otro mosntruo que se revela recién cuando se está marchando. Se manifiesta en la forma de una hermosa mujer, a la que descubrimos que Nivellen ama, que al verse desenmascarada se convierte en un terrorífico murciélago gigantesco. Vereena, la enamorada de la bestia, era en verdad una lamia. Otra versión de una vampireza eslava.
En plena lucha, la criatura alcanzará a morder al brujo causándole una grave herida en el cuello. Finalmente, la muerte de la vampira libera a la bestia de su maldición volviendo a su figura humana. La ambigua conclusión es que el amor y la sangre tienen el suficiente poder para convertir a un hombre en la víctima de una vampireza que le hace creer que él es la bestia. Que a veces detrás de la belleza se oculta el mal. Que la apariencia monstruosa no es suficiente indicador del cual deducir la monstruosidad. Una conclusión, como mínimo, polémica en cuanto a discurso de género, aún cuando aceptemos el machismo de la época retratada por Sapkowski y del folklore en el cual documenta sus historias.
La inocencia y pureza absoluta de la joven perseguida por la reina malvada.
“El mal menor” es un cuento que resignifica en un diseño de fantasía oscura elementos del relato de “Blancanieves y los siete enanitos”. Comienza cuando Geralt ingresa al pueblo de Blaviken para llevarle al alcalde Caldemeyn el cuerpo sin vida de una Kikimora esperando que le den alguna recompensa por matarla. En las leyendas polacas, la kikimora es un espíritu, a veces maligno o pesadilla, que mora en los hogares, detrás de estufas o en los sótanos. El alcalde no le da ninguna importancia a la Kikimora, no obstante, lo conduce hasta lo del mago local para que consulte si tiene interés en revisar a la criatura.
Cuando llegan, Geralt descubre que bajo una falsa identidad (El maestro Iriond) se esconde un poderoso mago oscuro conocido como Stregobor. Stregobor le cuenta al rivio que está siendo perseguido por una muchacha a la que antaño, a pedido de una reina, intentó asesinar en varias ocasiones.
La joven es una de las sobrevivientes de la Maldición del Sol Negro, un femicidio a cargo de el loco Eltibaldo, por el que se persiguió y encarceló a mujeres nacidas bajo un eclipse que se decía que estaban endemoniadas y que según ciertas profecías comenzarían el holocausto de la raza humana.
La versión de la historia que le relata Stregobor se basa en los vaticinios de un espejo de que la primogenita del rey Fredelfalk, e hijastra de Aridea, terminaría con la vida de esta última y de muchas personas más. Stregobor demuestra que es una mutante y la reina manda a matarla en el bosque por un cazador. Renfri lo asesina y escapa, uniéndose a siete gnomos con los que asalta los caminos, por lo que pasa a ser llamada Córvida. Muertos los gnomos, Stregobor la derrota y encierra en un ataud de cristal, del que logra sin embargo escapar gracias a un príncipe que rompe el hechizo y luego la deja libre. Renfri desde entonces persigue a Stregobor para vengarse. Cuando llega a Blaviken ya lo ha intentado tres veces, no obstante, se dice que se ha vuelto inmune a la magia y que por ese motivo el mago no ha podido volver a hechizarla.
Geralt asume sin embargo que los motivos de la persecusión a Renfri fueron políticos. Se negará a aceptar no solo el relato de Stregobor, sino también al pedido del nicromante de que la asesine, pero accede a actuar de mediador a pesar de que Stregobor le sugiere que matarla es un <mal menor> frente al <gran mal> que esta mujer podría causar en el pueblo con el fin de extorsionarlo a que saliera de la torre de magia que lo tiene protegido.
Cuando el brujo se entrevista con Renfri, esta suerte de Blancanieves más oscura, hija del conde de Creyden, le cuenta su propia versión de la historia. La persecusión a la que Stregobor la sometió junto a la reina malvada enviándola con un cazador fue asesinarla y extraerle el corazón y el hígado. El cazador la violó y le robó las joyas. Desde entonces tuvo que prostituirse y robar para sobrevivir, así como escapar de los asesinos que su madrastra y el hechicero enviaban a matarla, como envenenándola con una manzana y otras terribles historias de su pasado.
Si bien la reina ya está muerta, Renfri juró vengarse del necromante. El argumento de la joven, que es muy bella pero además fuerte y una asesina profesional, es el mismo que el del mago, el “mal menor”. Si Geralt sacara al mago de la torre o lo matara él mismo engañándolo, salvaría la vida de los aldeanos que Renfri planeaba asesinar en la villa para obligar a Stregonor a salir de la torre y conjurar así al “mal mayor” que este personaje representa.
Geralt no está de acuerdo con esas lineas tan claras que tanto Renfi como el necromante pueden poder establecer entre tipos de maldad. Es interesante que no existe bien contra mal sino diversos tipos de males aún cuando claramente Renfi es al parecer una víctima. Geralt le propone el perdón para no convertirse en el monstruo en el que la reina y el mago se han esforzado en convertirla. Después de esta discusión moral, el brujo cree que la ha disuadido amenazándola de matarla si prosigue con sus pretensiones de venganza, proponiéndole que pase página y siga con su vida, pero al regresar a hablar con el alcalde se da cuenta que lo ha engañado y planea provocar una masacre en una feria que realizará el pueblo.
Junto al alcalde, Geralt vacía la plaza y sale a enfrentar a la asesina, a la que termina matando luego de un combate mortal y sanguinario. Finalmente, Stregobor sale de su torre a agradecerle sus servicios al brujo y pretende llevarse el cadaver de la joven para diseccionarlo y estudiarlo. Geralt se interpone y amenaza al necromante, que al ver su espada brillante, sale corriendo asustado. Para el pueblo, Geralt ha matado a una mujer de un modo horrendo y ha provocado una masacre, causa suficiente para que lo condenen y comiencen a apedrearlo en la plaza. Logra escapar haciéndose un escudo mágico, no obstante, mientras se aleja el alcalde y el pueblo le gritan, que se largue de la villa y que no regrese nunca más.
Una vez más se cuestiona la necesidad de una inocencia absoluta de las víctimas para justificar su venganza, o incluso para la pretensión de cierta justicia, así como el ideal caballeresco de defender a una mujer en cualquier circunstancia o condición, aún cuando esa mujer es capaz de defenderse a sí misma e incluso matarte para conseguir su venganza. Cabe señalar, sin embargo, que en el intento de problematizar el ideal caballeresco, y exponer el machismo detrás del folklore eslavo y la vida del medioevo en la Europa del Este, los cuentos pueden producir un efecto en cierto modo ofensivo desde el punto de vista del género. Ya que la mayoría de las criaturas consideradas monstruosas tienen apariencia femenina. Incluso, más allá de indentificar figuras que se sienten amenazadas por un poder femenino como Stregobor, Geralt termina asesinando o traicionando a las mujeres. Una última conclusión crítica podría ser que el grimdark, por el momento, parece un género que no ha sido incursionado por las mujeres, no obstante, más ampliamente en la ficción especulativa hay exponentes valiosos, como Margaret Atwood y N.K. Jemisin para citar escritoras mujeres que han revisado el género y la diversidad en el fantasy.